Los niños y la dislexia

Escrito por: Mariel Hernández Maldonado

La dislexia se entiende como la dificultad que tienen algunas personas de comprender y expresar correctamente los estímulos externos; algunos de ellos se manifiestan en la imposibilidad de hablar de manera fluida incurriendo en muletillas o traspiés. Pareciera no ser un problema tan común, sin embargo del 5 al 17 por ciento de alumnos presentan problemas de dislexia en diferentes magnitudes; ya sea por problemas de herencia y genes o por problemas emocionales, las personas que padecen de esta distrofia suelen ser blanco de burlas.

La dislexia se puede manifestar en forma de imposibilidad de comprensión de algunos conceptos o imposibilidad de leer frases completas comprendiendo lo que se dice en ellas; en algunos otros se manifiesta con una dificultad de habla que produce tartamudeos o cambios de una palabra por otra.

Hay muchas personas a las que se les define como “de lento aprendizaje” esto significa que necesitan más recursos que los demás o más tiempo para comprender una sola idea; estas personas pueden estar presentando un tipo de dislexia, pero la más conocida es la que impide el habla fluida y comprensible.

dislexia en niños

Dependiendo de la historia de la persona se determinará la causa de la dislexia; para algunos niños viene de la falta de atención que se le dio a su desarrollo por parte de los familiares, para otros tiene que ver con daños genéticos que habían pasado desapercibidos hasta que llegó el momento de aprender a cierto ritmo como en la escuela, en donde se evalúa el desarrollo en función a la capacidad y velocidad de aprendizaje.

En ocasiones la dislexia aparece tras una vivencia traumática para el niño a manera de mecanismo de defensa, es por esto muy importante tratar de indagar qué hay detrás de un trastorno de aprendizaje, pues no solamente puede ser el síntoma de algo trascendental que esté pasando con el niño, sino que puede hacer que su vida escolar se vaya a pique, pues los compañeros de salón y su impetuosidad los llevan a padecer desde retraso hasta bullying incluso a veces por parte de los maestros.

Hay diferentes pruebas de inteligencia y pruebas emocionales que se le pueden aplicar a un niño cuando sospechamos que está pasando por problemas de dislexia, pero la manera más efectiva de detectar un trastorno no tan manifiesto es poniendo atención a pequeños signos de alerta como retraso en la entrega de las tareas escolares, falta de atención, imposibilidad de realizar tareas sencillas, etc.

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