¿Por qué mi hijo roba?

Pareciera que al ser padre de uno o varios niños, las cosas van a ir fácilmente, pensamos que por ser sus padres nos obedecerán y aceptarán todo lo que les digamos como cierto e irrefutable. Tristemente no podemos estar más equivocados; todos nuestros niños tarde o temprano tienen que salir al mundo y aprender nuevas costumbres y nuevos hábitos, no todos nos agradarán y muchos de ellos ni siquiera serán buenos para ellos. Uno de los más comunes es el robo, pero ¿Por qué mi hijo roba?

Psicólogos de diferentes ramas concuerdan con que robar es una parte “normal” del desarrollo del niño, sin embargo que sea normal no implica que sea buena o que sea algo con lo que se deba continuar, sino al contrario, es una etapa en la que los padres deben mostrar su autoridad y capacidad de resolver este tipo de situaciones.

Generalmente los niños empiezan el robo porque suelen tomar lo que quieren y no devolverlo; no conocen los límites entre la pertenencia y lo ajeno.

Existen etapas y características de robo, generalizándolas se las puede describir de la siguiente manera:

De 0 a 3 años puede considerarse normal que un niño tome algo que le llame la atención y pretenda quedárselo, es parte de la curiosidad y no debería considerarse un robo.

De los 3 a los 5 años es el momento indicado para enseñarle a un niño sobre los límites de la propiedad, las técnicas son varias, sin embargo una de las más efectivas es pedirles que reflexionen qué tanto les gustaría que les robaran algo a ellos. No es aconsejable etiquetar a nuestros hijos como rateros o ladrones.

De 5 años en adelante los niños ya deberían haber aprendido que robar no es una actitud que deban llevar a cabo, sin embargo muchos continúan con esta terrible práctica por muchas razones: pueden querer igualar a su hermano mayor o un primo al que todos quieren, buscan mostrarse valientes ante un grupo de amigos, quieren hacer un regalo y no tienen los medios para obtenerlo o una razón muy común que es obtener atención o afecto.

Hay también diferentes maneras de evitar que nuestro hijo robe: podemos empezar por decirle que robar es algo malo sin estigmatizarlo ni asegurarle que no tiene solución. Otra buena manera de ayudarle a comprender que el robo no es una buena acción es impedir que el niño se beneficie del robo y hacerle pagar o devolver el objeto robado, podemos ponerle tareas del hogar para que gane dinero y de esa manera pague el objeto sustraído.

Por sobre todas las cosas debemos recordar que nuestros hijos son seres humanos.

Para más consejos sobre cuidado de los niños visite nuestra sección Manual para papás: https://www.chamacos.com.mx/sitio/category/articulos/manual-para-papas/

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