Para un 30 de abril se te ocurre organizar una fiesta dedicada a tus hijos pequeños y haces preparativos hasta que lo tienes todo listo: has hecho la elección de los bocadillos, seleccionado la música, la decoración, el pastel, los dulces y dispones de un salón espacioso para recibir a todos tus invitados. Crees que todo está en orden, pero al estar en la fiesta, luego de servir la comida, notas que los invitados comienzan a despedirse, algunos incluso sin esperar al pastel.
Te preguntas qué habrá pasado y te decepciona un poco ver algunas mesas vacías en esa recepción en la que tanto tiempo y dedicación invertiste. Aunque no llegas en el momento a ninguna conclusión, al término de la convivencia reflexionas y llegas a sincerarte contigo mismo a un grado que quizá habrías preferido no alcanzar, pues pronto caes en la cuenta de que tu fiesta fue demasiado seria y que tus invitados –tanto niños como adultos– comenzaron a aburrirse a la mitad.
Y es que la calidad de un evento de esta naturaleza no depende de cuánto dinero destines a la planeación; tampoco de cuánto te esfuerces en lograr las decoraciones más llamativas o en musicalizar de principio a fin la velada.
Los factores que encienden la chispa en una convivencia son otros: para ello importa definir una lista de invitados que bien puede ser corta, pero debe escribirse en función de la cercanía y afinidades que tengas con estas personas –siendo el tener niños la más importante de ellas—, de manera que sepas qué tipo de música pedir que se toque, qué comida servir y sobre todo qué tipo de juegos proponer a tus invitados.
Para ello, los shows infantiles que involucran actividades de integración entre niños y adultos, juegos solo para los más pequeños y dinámicas en las que únicamente participan los papás, son buenas opciones de actividades para el día del niño o para una fiesta de cumpleaños.
Actualmente hay empresas que se dedican a crear este balance ocupándose de aquello en lo que tú no habías pensado y que es clave para que en una fiesta se diviertan chicos y grandes: los juegos y espectáculos. Por citar algunos ejemplos, hablaremos de la importancia de contratar un animador para que se encargue de organizar las actividades de ese día: incluir un brinca brinca o un twister o rompecabezas gigante, globoflexia, pintacaritas o juegos con plastilina.